The Early Learnings of Eugene McGuinness, lanzado en 2007, fue una pieza corta pero definitiva en su carrera. De repente, de la nada y sin un reality de por medio, Eugene McGuinness alcanzaba la fama. Y todo ello se debía a su peculiar forma de hacer música. Una forma que recordaba a Damon Albarn, el líder de Blur, Gorillaz y The Good, The Bad & The Queen. Pero Eugene había sido capaz de trascender el rock alternativo de los 90 para crear una atmósfera oscura pero cargada del típico sentido del humor inglés.
Después de la notoriedad que alcanza su ópera prima, Eugene McGuinness se ve enfrentado al riesgo de producir su segundo álbum. Esta vez nuestro invitado quiere hacer las cosas acompañado, no sólo para repartir la responsabilidad sino también para hacer de la grabación un proceso más interactivo. Eugene quiere sentirse parte de una banda, lograr las canciones en vivo sin tener que tocar él cada instrumento por separado y capturar la naturalidad que viene con todo ello. Y eso es lo que logra en este álbum editado en 2009, sin sacrificar en un ápice su forma de componer.
Eugene McGuinness no siente ninguna deuda con el vasto pasado musical británico. Y tal vez por ello suena tan libre en este, su segundo larga duración. No es que Eugene esté creando un nuevo género musical o dándoselas de vanguardista. Es la forma en la que integra todo, en su gusto por la nostalgia pero también por lo contemporáneo, en su parecido con Kinks y Blur, pero también con Franz Ferdinand y Bright Eyes, que este inglés logra destacarse entre la multitud de músicos que, al final, hacen tanto esfuerzo por diferenciarse que terminan sonando a lo mismo.
Sin duda este es un artista que está en capacidad de hacer de su carrera musical una auténtica aventura. Tiene el tiempo, la inteligencia y una peculiar forma de crear novedad. Cámara F.M.
Amantes de la parte más pop y dulce de la Velvet, el muy recomendable songwriter EUGENE MCGUINNESS
buff...
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