¿Qué encontramos aquí? En algunas partes se lee que Wagonwhell Blues es "un debut que mete en la boca de The Jesus and Mary Chain las anfetaminas que Bob Dylan se tomaba en 1966", además de algunas comparaciones con Sonic Youth o Neil Young, entre otros. Y en realidad todo cabe en este disco, desde el inicio con la genial "Arms like boulders", la música de The War On Drugs atrapa inmediatamente. La influencia de Dylan en la voz de Granduciel es evidente (Show me the coast), aunque también está el peso de The Velvet Underground y todo el rollo psicodélico de bandas como The Fugs o 13th Floor Elevator, por nombrar algunos. Pero, además de Dylan, la voz de Granduciel parece beber de un símil más contemporáneo como lo es de Animal Collective, escuchando "Taking the farm", "Needle in your eye" o "There is no urgency", se percibe constantemente el fantasma del cuarteto de Baltimore.
Sin embargo, y aquí está la gracia de The War On Drugs, las canciones tienen un sello propio. Los sonidos no apuntan a crear esos viajes largos e indómitos de Animal Collective, tampoco recrear con nostalgia un pasado anfetamínico o dylanesco, sino que, en base estas influencias, generar canciones con buenas melodías, espaciales y directas. La complejidad y la búsqueda por sonar únicos parece no ser el norte del quinteto de Filadelfia, mientras que la honestidad y unas buenas canciones sí parece serlo. Y también uno de los mejores discos del año. --Un Color
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