Nick Drake - Bryter Later


Es realmente interesante observar de donde vienen esas tristes canciones, inspiración de tantos y tantos artistas de nuestra generación. No os puedo engañar, no me he ido a Birmingham con una grabadora, pero llevo una temporada releyendo articulos muy interesantes, y creo que me he quedado con lo mejor de cada uno:

Nick Drake nació el 19 de junio de 1948, en la ciudad de Rangoon (Birmania). Pero a los dos años, los Drake se mudaron a la zona de Tanworth-in-Arden, cerca de Birmingham. Lugar fundamental en la vida de Nick, ya que ahí fue donde se crió, vivió su infancia y donde pasó sus últimos días. Es curioso que las únicas imágenes en movimiento que existen de Nick Drake son de esta etapa -entre los últimos meses de Birmania y los primeros años en Inglaterra-, gracias a grabaciones familiares.


A los 16 años ya había formado su primer grupo y tocaba en la orquesta de su colegio. Los instrumentos que dominaba eran el piano, el clarinete y el saxo. A los pocos meses, Drake compró su primera guitarra.

Era único. Medía 1,90 metros y caminaba jorobado. Sus manos eran enormes, sus dedos hermosos. Según su amigo Paul Wheeler, «tu primera impresión de Nick era de una increíble elegancia. Sólo después descubrías sus gastados zapatos de cordones o que la chaqueta no le sentaba bien». Solía llevar pantalones de pana negros, zapatos o botas negros y una cazadora negra.

La fama del talento de Nick Drake como cantautor se extendió por el circuito de música folk de Cambridge, y solía ser invitado a tocar en pequeños pubs.
A finales de 1967 empieza a colaborar con Robert Kirby, un joven estudiante de música, con el que trabaja en los arreglos de algunas de las canciones de Nick, que formarán parte de su primer álbum.

A los 20 años un miembro del grupo Fairport Convention lo vio actuar y lo recomendó al productor Joe Boyd. Cuando Boyd le llamó pidiendo una maqueta Nick estuvo encantado. El norteamericano Boyd, con sólo veintitantos años, era ya una leyenda local. Había creado la compañía Witchseason Productions, en la que grababan los más brillantes cantautores jóvenes de Inglaterra. Cuando escuchó la cinta de Drake quedó gratamente sorprendido por su calidad.

Drake comenzó a grabar su álbum debut, Five Leaves Left en 1968, con Boyd como productor. Debido a algunos problemas de post-producción, el lanzamiento del álbum se retrasó varios meses y el álbum no fue lo suficientemente bien comercializado y promocionado cuando salió al mercado.



Drake concluyó sus estudios en Cambridge nueve meses antes de graduarse, y en el otoño de 1969 se mudó a Londres para concentrarse en su carrera como músico.

Meses más tarde abrió un show de Fairport Convention en el Royal Festival Hall de Londres, y posteriormente realizó dos apariciones en vivo en clubes de música folk de Birmingham y Hull. Recordando su presentación en Hull, el cantante de folk Michael Chapman comentó que no fue bien recibido por la audiencia, que "quería canciones con estribillos", y que "él no dijo ni una palabra en toda la noche". Esta experiencia contribuyó a la decisión de Drake de dejar de realizar presentaciones en vivo, y los conciertos que realizó en esa época solían ser breves, embarazosos y con poca concurrencia. Drake rara vez le hablaba a la audiencia, y debido a que algunas de sus canciones eran tocadas con diferentes afinaciones, solía hacer pausas frecuentes para afinar de nuevo su guitarra.

El segundo álbum de Nick Drake, Bryter Layter publicado en 1970, suena menos desolador que Five Leaves Left. Los ritmos de piano sincopados y los alegres saxos y flautas parecen burlarse de las melancólicas letras.

En el estudio de grabación continuó la búsqueda de Nick de la perfección. Rechazó varias veces las grabaciones finales por no estar satisfecho con los arreglos. Al final, la grabación del disco duró unos nueve meses. En sus arreglos se adivina una influencia de Joe Boyd y John Wood (productor e ingeniero de nuevo) mayor que en Five Leaves Left.

Se cree que Nick no disponía de más canciones que las 10 que componen el álbum, pero, en todo caso, se sentía tan orgulloso de los tres temas instrumentales incluídos que no se habría resignado a prescindir de ellos.

Boyd y Wood consideraron Bryter Layter el álbum más perfecto que hayan hecho, una auténtica obra maestra. Cuando se publicó, Boyd dijo que el disco haría de Nick una estrella, pero se equivocaba. El álbum no se vendió tan bien como esperaban y Nick se sintió muy decepcionado, aunque la compañía, Island Records, estaba satisfecha con las 15000 copias vendidas... Paperblog

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